Para comenzar a organizar una boda perfecta, lo primero que deberéis decidir es la fecha de celebración del enlace; ya que a partir de ahí se organizarán el resto de tareas para la preparación de la boda.
Es probable que, si no tenéis claro ninguna fecha exacta, sí contéis con algunas preferencias en cuanto a época o mes en que os gustaría que se celebrase; pero también es posible que dudéis entre varias opciones o simplemente no tengáis ninguna idea a este respecto. En cualquier caso, a continuación tenéis algunas variables a tener en cuenta y que os pueden ayudar a tomar esta decisión.
Disponibilidad de la Iglesia o Juzgado
Si tenéis una idea aproximada del mes o época en que queráis celebrar vuestra boda, pero no tienes preferencia por ningún día en especial, lo mejor es que os acojáis a la disponibilidad de la Iglesia o del Juzgado. Lo más difícil será cuadrar esa fecha con el lugar de celebración del banquete.
Destino de la luna de miel
Los destinos para la luna de miel pueden jugar un papel muy importante en esta decisión, ya que si se tiene preferencia por un destino en especial, será necesario estudiar cuál es la época idónea para viajar allí. Por ejemplo, no se recomienda viajar al Caribe entre junio y octubre por ser la temporada de lluvia. Del mismo modo, una luna de miel en la India también tendrá que programarse dentro de unas fechas concretas para evitar la época de Monzón.
Sin embargo, llevado al extremo, siempre podéis aplazar la luna de miel en los casos de que no cuadren la fecha de la boda con la época propicia para viajar a ese destinos; pues no es necesario salir de luna de miel justo después de la boda.
Presupuesto de la boda
El presupuesto que tengáis para organizar la boda también puede influir en la decisión de la fecha de celebración. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que los meses entre mayo y septiembre se consideran temporada alta en bodas, no solo es más difícil encontrar una fecha para la celebración, si no que además el banquete suele salir más caro. Muchos restaurantes y hoteles realizan promociones durante la “temporada baja” con importantes deducciones en los precios y regalos adicionales con los que podréis reducir los gastos de la boda, de la misma forma se está poniendo de moda la celebración de bodas en jueves o viernes para aprovechar estos descuentos; en tiempo de crisis se convierte en un elemento importante a tener en cuenta.
Disponibilidad de la familia más cercana
A la hora de decidir la fecha de la boda, es necesario valorar la procedencia de los miembros de la familia más allegada. Si la mayoría de nuestra familia procede de otra ciudad y tienen que trasladarse para asistir a nuestra boda, quizás tengamos que valorar intentar fijar la fecha de la boda en un fin de semana con «puente» y evitar en todo caso la celebración en un día de diario.
Por otro lado, se recomienda tener en cuenta si en la familia está previsto algún acontecimiento que dificulte esta asistencia por parte de algunos de los miembros (una operación quirúrgica, un nacimiento o cualquier evento que sepáis con la suficiente antelación). En cualquier caso, la decisión última sobre la fecha de la boda es solo de los novios.
El lugar de celebración
Si tenéis pensado organizar una boda al aire libre, una boda en la playa o en algún otro lugar especial tendréis que tener en cuenta las condiciones climatológicas y disponibilidad de cada época. Por ejemplo, si será al aire libre (playa o jardín) cuidaros que sea una época de escasas lluvias y que la temperatura no sea extremadamente fría o calurosa.